LA VIDA EN LA SELVA

En Ecuador las tribus indígenas han permanecido ocultas durante muchos años del mundo exterior, pero poco a poco fueron descubiertas y abordadas. Una de estas comunidades es Campanacocha, hogar de las familias Quichua, que sobrevive en la selva ecuatoriana. Judit vive aquí, con su esposo y sus siete hijos, tres de los cuales pertenecen al Programa de Compassion Ecuador. Jaela de 18 años, beneficiaria, cuida a sus hermanos, pues ha sido responsable de ellos mientras sus padres están fuera desde que tenía 12 años. «Todos los días los cuido, los alimento y los ayudo con sus deberes. Quiero que estén sanos y puedan estudiar», dice Jaela.
El estilo de vida en las comunidades indígenas es sencillo. Sus casas son humildes, pero las mantienen limpias y ordenadas para evitar atraer hormigas o animales salvajes. Las familias no tienen baño propio, pero los niños se bañan en el río. “A veces me siento triste porque no tenemos suficientes cosas, pero le agradezco a Dios lo poco que poseemos porque eso nos hace felices”, comenta.
La jungla proporciona a su familia lo básico que necesitan para sobrevivir, pero la educación es un lujo al que muy pocos tienen acceso. Afortunadamente, la mayoría de los niños asisten a la pequeña escuela comunitaria. Sin embargo, deben equilibrar sus estudios con el trabajo en el campo y sus quehaceres domésticos. «Para mí la pobreza causa tristeza, angustia y dolor, pero tengo esperanza al saber que puedo compartir con mis hijos mucho más de lo que tenía cuando era niña «, dice Judit, madre de Jaela.
El impacto de la iglesia cooperante de Compassion en las vidas de las familias en estas comunidades ha sido muy significativo, no solo económicamente sino también espiritualmente, pues reciben estudios bíblicos y asesoramiento del pastor. También aprenden que vivir con humildad no es sinónimo de pobreza, siempre que tengan a Jesucristo en el corazón. «La iglesia me enseñó a confiar en un Dios que me da esperanza», dice Judit.
Gracias al apoyo de la iglesia, los niños y jóvenes se motivan a soñar en grande y cumplir sus metas para que puedan romper el ciclo de pobreza en sus comunidades, alejarse de las drogas y el alcohol, y convertirse en profesionales que generen empleos en sus comunidades.
«En un mes, termino la secundaria y quiero ir a la universidad. Con la ayuda de Dios en el futuro, seré maestra de escuela «, dice Jaela.
Últimas Entradas
UN DIPLOMA PARA SANAR SU TIERRA
Marjorie creció en una comunidad rural al norte de ecuador, donde la pobreza extrema, el hambre y la falta de recursos eran parte de la vida diaria. Sin embargo, tenía un sueño: convertirse en enfermera. Cuando compartió su deseo con su familia, le dijeron que sería...
MILAN Y SU MILAGRO
Cuando Milan tenía apenas 2 años, comenzó a experimentar convulsiones que los médicos inicialmente atribuyeron a una fiebre alta. Sin embargo, dos años después, las convulsiones regresaron sin causa aparente, lo que llevó a los especialistas a realizar exámenes...
ESPERANZA EN MEDIO DE LAS SOMBRAS
En las periferias de ciudades ecuatorianas como Portoviejo, el peligro ha empezado a ganar terreno en la vida de las familias. Al caer la noche, el silencio esconde el miedo que invade los hogares, mientras el crimen y la violencia hacen eco en las calles. Niños y...
DE PALETS A CAMAS
¿Tus hijos han dormido alguna vez en el suelo? ¿Alguna vez te has preguntado cómo se sentiría pasar una noche entera en el suelo frío y duro? Miles de niños en todo el mundo aún no tienen una cama donde descansar, lo que afecta su desarrollo físico e intelectual. Pero...
UNA PROMESA CUMPLIDA
"Un día, bendeciré a un niño tal como tú lo haces hoy por mí". Estas fueron las palabras que Pamela escribió en varias ocasiones en cartas dirigidas a su patrocinador. Hoy, esas palabras se han hecho realidad. Dios le ha concedido el honor de patrocinar a un niño,...
ENFRENTANDO LA CORRIENTE
Nacida y criada en la ciudad de Quito, Rafaella y su familia se trasladaron a la provincia de Pastaza en busca de mejores oportunidades. En medio de exuberantes bosques, vida silvestre y ríos imponentes, Rafaella encontró su pasión en un deporte poco común para las...